El
viento extraño se ausentó el día que te rendiste de cantar la leyenda de los
arenales y arbustos con caminos de aceras ocultas.
Tus
ideas se han hecho monótonas en los días de olvidos, lejana y ausente para la
luna; y tu imagen se hace absurda en las calles infesta de ahora tus iguales.
El
viento extraño se ausentó y no se oye la música de tu voz, mientras en el
recinto y a solas, el nosferatu ya no cree en el dios que ahora veneras.
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