jueves, 5 de noviembre de 2015

G A B R I E L



Trecientos sesenta y cinco días de dolor en el silencio de las noches sin voz.

La ciudad de los Ángeles se oculta en el siniestro de las memorias de fuegos junto a maldiciones inútiles que pronto caerán.

El recinto del ático luce polvoriento en la niebla de imágenes dulces y extraviadas en sí mismas.

- Gabriel, aun estás aquí, hermoso y fiel, dulce y apacible en el inicio del final.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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lunes, 26 de octubre de 2015

P E R F E C T A


Y la rosa era perfecta en sus manos

Era perfecta en la oscuridad

Era la simetría de su corazón de niebla junto a su aroma tinto de antaño y romances.


y la rosa, ligeramente tembló.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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jueves, 15 de octubre de 2015

M A D R U G A D A



En el intento de amar tu corazón, abracé tu perfume en los confines de las madrugadas, cuando ya no estabas, cuando las mismas calles que anduvimos ya no me conocían y tu nombre se había borrado en cada acera, jardín, farol y banqueta.

En el sitio de los sueños y de una cita, pernocté una medianoche hasta que el sol clareaba, tan solo había oído tu voz fantasmal tras un auricular y luego el vacío de la soledad se hizo perturbador y gélido, amorfo e insensible a todo lo contrito de mis creencias.

Tu imagen invisible jamás apareció; aunque tuve la esperanza insidiosa a cuestas de una luz mortecina que me recordaba tu alejamiento vil y cedido.

Un anillo con piedras color turquesa, agua marina y cristal, conservo en uno de mis bolsillos, lo acaricio y lo imagino luciendo entre tus dedos de canelas y entonces en un instante despierto con tu nombre en mis labios, besando a la inexistencia alterada de tu tiempo, sin ángeles y sin dios.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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viernes, 9 de octubre de 2015

D E S C O N O C I D A



Desconocida, desvirtuada y sin fe en los tumultos de los insensatos.

No pudiste guardar el misterio de las noches y los vientos.

Aun entiendo tu nombre y tu luz

Aun se tejen los caminos.

En la invención percibo tu aroma y osadía en tus canelas.

Vienen estelas de tu manera de amar.

Pero frente mí no puedo reconocerte.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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G R I S



El cielo había dejado de existir.

Los argumentos de lunas fueron quemados en pergaminos sin tiempos ni memorias.

Las imágenes dejaron de reflejarse en los espejos de conciencias compartidas ahora carentes de almas, y la carne endeble padecía el dolor del mortal insulso en una idiosincrasia de felonías homicidas desde el interior.

El sentido de las nieblas envolvía al caído para redimirlo en su gracia hermosa y sutil

Una voluntad de leteos argumenta un nuevo propósito para sus líneas donde ya no existe un corazón.

Una sonrisa se asoma leve desde un rictus de un espacio en el rostro del gris.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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Ninfa de Luz







 
Ninfa de luz

Recuérdame en tu memoria

Recuerda mi voz en tus oídos durante los susurros

Recuerda mi aroma cuando te acercabas a mi pecho en las noches de los faroles

Duerme conmigo en cada caricia de tus días diferentes cuando haces el amor

Vuelca tu alma en el limbo que juntos creamos sobre las arenas bajo el sol inclemente de los días indóciles y tardíos

Ninfa de luz.

Jamás borres tu sonrisa, sabes que allí me capturabas y entonces existía solo para ti.

Y aunque el tiempo se agolpe sobre sí mismo y las distancias se incrementen con rostros desconocidos, debes saber que deambulo en busca de tus espacios para congeniar con tu aura y pertenecer en tu tiempo de ajena mortal.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
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