martes, 25 de febrero de 2014

Sangre


Tiempo de extraños se avecinan en los días, tiempos desechables de olvidos ajenos que no son los míos, entre multitudes de insignificantes hipócritas sin cielo.

Escucho mis recuerdos que no son sueños, siempre fueron imágenes lucidas tras ningún cristal.

Los olvidos se aproximan mientras las lunas se suceden y los espacios se agrandan y el vacío se hace inmenso y la sonrisa de luz se extravía en múltiples rostros sin fe.

La noche cae y necesito un poco de sangre para recordar desde tu interior y no caigas en el inútil olvido.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

Arnaud Tannis


 Escribano Arnaud Tannis, traicionado por el mayor de los oscuros en el siglo de los conflictos de las estirpes, cuando tu ambición a la membresía de la corte era tu confort en la idea tejiéndose.
Tannis, ahora te guareces en la felonía de tus acciones ocultas, cuando las horas transcurren en la inmortalidad desde tu natalicio que alarga tu destierro ciego.

Tu caída en desgracia fue el oportunismo del antiguo, tus iguales ignoran desde las memorias de los escritos del conocimiento, mientras disfrutas del final de tus libidos; permítele a tus tactos arranquen la piel de tus vulnerables novias no tan sedientas como la vileza de tu imaginación, logra el éxtasis hasta más allá del placer corpóreo cuando la noche florece con aromas de cuerpos y ausencia de las almas que involucran a los torrentes homicidas, extraviados en el olvido y que nadie reclama.

Gime el placer en tus habitaciones de alfombras color ocre y fina seda con encajes de una época agotada y perecible que ha llegado a su final en los momentos instantáneos y mudos carente de ojos… Selene está cerca, fue “Ella” quien te desterró a la miseria del placer, pero no le temas, solo te infligirá ese dolor casual que ya conoces, témele a tu antiguo señor... El viene por ambos.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

lunes, 10 de febrero de 2014

Mátame, Mi Amor


Olvídame en tus días cotidianos.

Mátame con tu felonía.

Escupe mi gracia con tu silencio.

Arrójame al leteo para arrancarte de mí estúpida alma.

Quema los pergaminos de nuestras historias y de las memorias de los cantos en hadas de los bosques, conviértete en sus homicidas y sonríe hermosa, como Ángel.


Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

Extrañandote



Ella lo extrañaba, fue en el último invierno que compartió por un momento sus ojos y el sonido de su voz mientras duraba un ligero festín de almendras y vino.

Habían compartido sus almas y sus sueños a destiempo, un ciclo de romance de arte y de imágenes quietas con sonidos de arrullo, entre abrazos de ternura y besos de pasión, y el coro de sus nombres, tan amorosos como la unión momentánea del día y de la noche.

Los días se fueron acumulando mientras procuraba lograr olvido en acciones cotidianas y marcadas por un desaforado espacio de tristeza oculta en el bullicio y en los placeres inmediatos, atribuidos por la materia insulsa carente de nobleza.

Un día de estío sin vientos, lo había recordado en un sueño oculto, visualizaba su rostro mestizo, como cada día en su silencio premeditado, y entonces, entendió que lo amaba con el alma y la eternidad, con cada latido de su corazón y con cada espacio de su cuerpo frágil y suave. Ella, pronunció su nombre y obtuvo la respuesta en los tramos de un destino quebrado.

La Dama esperó el invierno, abrió su corazón marchito y de su pecho volaron los grises, los encomendó que buscaran a su amor intangible y le quedó una sonrisa en sus labios con su nombre en la pronta noche, en el pronto ímpetu de su amor genuino.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

Mujer

 
 Desnudez de mujer.

Mantos de gasa sobre su rosto de loza.

Aroma de incienso.

Velas plomizas.

Noche clandestina.

Visiones de pasados extraviados y el nombre de su amado en sus labios silentes que pronto lo pronunciará, y entonces, todo se habrá consumado.

Ella volverá a amar.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

En tu Silencio



 Cierras tus ojos y me ocultas en tus pensamientos.

Callas y me ocultas en tu silencio.

Caminas sobre vías cotidianas y me ocultas en tus pasos esquivos.

Te adueñas del bullicio y sus costumbres cerca de la lejanía.

Aguardas el cielo oscuro, cuando la luna nueva se hace espectro y los eternos te observan y no los ves.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

Lluvia



Lluvia momentánea sobre la ciudad.

Las gentes caminan apuradas hacia sus destinos ocasionales.

La lluvia cae sobre mi rostro, articulando satisfacción de tiempos con sonrisas y esperanzas diferentes que evocan a tu gracia nocturna, crucial y sugerente a una pronunciación hermosa en mis brazos de eclipses.

Lluvia momentánea sobre la ciudad.

Las gentes caminan apuradas hacia sus destinos casuales.

Y la lluvia, hace de compañía a mis pasos en aceras de parques parecidos a los de antaño.

La lluvia cae silenciosa y con sabor a mar, que me refiere a esa tu distancia que provocas, insensible y ciega para la incertidumbre de un corazón que fenece a solas.

Lluvia momentánea sobre la ciudad.

Y las gentes caminan apuradas hacia sus destinos desatinados, y no ven a un individuo que sonríe triste y en medio del bullicio insensible cuando los alados cruzan su camino sobre el viento.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados

Luna Llena


Luz en la distancia de los amantes.

Esperanzas en el silencio del tiempo extraviado.

Adornos de auras en el cielo furtivo.

Historias de alcobas y aceras nocturnas.

Imágenes de romance cuando la observan.

Percepción de aromas previos a la ternura.

Luna hermosa, mis ojos te ven, como los de la dama y la lejanía de su destino.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados