Escribano
Arnaud Tannis, traicionado por el mayor de los oscuros en el siglo de
los conflictos de las estirpes, cuando tu ambición a la membresía de la
corte era tu confort en la idea tejiéndose.
Tannis, ahora te guareces en la felonía de tus acciones ocultas, cuando las horas transcurren en la inmortalidad desde tu natalicio que alarga tu destierro ciego.
Tu caída en desgracia fue el oportunismo del antiguo, tus iguales ignoran desde las memorias de los escritos del conocimiento, mientras disfrutas del final de tus libidos; permítele a tus tactos arranquen la piel de tus vulnerables novias no tan sedientas como la vileza de tu imaginación, logra el éxtasis hasta más allá del placer corpóreo cuando la noche florece con aromas de cuerpos y ausencia de las almas que involucran a los torrentes homicidas, extraviados en el olvido y que nadie reclama.
Gime el placer en tus habitaciones de alfombras color ocre y fina seda con encajes de una época agotada y perecible que ha llegado a su final en los momentos instantáneos y mudos carente de ojos… Selene está cerca, fue “Ella” quien te desterró a la miseria del placer, pero no le temas, solo te infligirá ese dolor casual que ya conoces, témele a tu antiguo señor... El viene por ambos.
Tannis, ahora te guareces en la felonía de tus acciones ocultas, cuando las horas transcurren en la inmortalidad desde tu natalicio que alarga tu destierro ciego.
Tu caída en desgracia fue el oportunismo del antiguo, tus iguales ignoran desde las memorias de los escritos del conocimiento, mientras disfrutas del final de tus libidos; permítele a tus tactos arranquen la piel de tus vulnerables novias no tan sedientas como la vileza de tu imaginación, logra el éxtasis hasta más allá del placer corpóreo cuando la noche florece con aromas de cuerpos y ausencia de las almas que involucran a los torrentes homicidas, extraviados en el olvido y que nadie reclama.
Gime el placer en tus habitaciones de alfombras color ocre y fina seda con encajes de una época agotada y perecible que ha llegado a su final en los momentos instantáneos y mudos carente de ojos… Selene está cerca, fue “Ella” quien te desterró a la miseria del placer, pero no le temas, solo te infligirá ese dolor casual que ya conoces, témele a tu antiguo señor... El viene por ambos.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
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