lunes, 10 de febrero de 2014

Mátame, Mi Amor


Olvídame en tus días cotidianos.

Mátame con tu felonía.

Escupe mi gracia con tu silencio.

Arrójame al leteo para arrancarte de mí estúpida alma.

Quema los pergaminos de nuestras historias y de las memorias de los cantos en hadas de los bosques, conviértete en sus homicidas y sonríe hermosa, como Ángel.


Autor: Raúl Silverio Carbajal
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