viernes, 31 de julio de 2009

Lejos de mi Memoria

Cabelleras oscuras y sedosas.

Cabelleras color del sol y luna.

Cabelleras claras e impuras con líquidos que la entorpecieron para ser hermosa en sus perfiles lacios o ensortijadas.

Ojos que miran a través de mundos impenetrables con sus pupilas grises.

Ojos que capturan cielos celestes en su visión de algas y miel.

Labios que sonríen cubiertos de carmín con aromas de fresas.

Labios que evocan coros de esperanzas sobre desiertos.

Piel suave de tez blanca o trigueña que hacen de señuelos con sus formas a engendrar pasiones y deseos triviales cargados de ternuras.

Piel suave con gusto a almizcle y frutillas y aromas a café con almendras.

Pasos suaves y silentes que marcan los destinos.

Pasos tenues que guía a la memoria de un crédulo a drede.

Siluetas con atuendos desnudos y curvilíneos.

Siluetas con frenesís de hembra y sus aromas.

II

Recuerdo una conversa con planes a futuro a travès de un auricular.

Recuerdo un escrito "on line" correspondido cuya respuesta fue -"SI"

Recuerdo también el sabor agrio/amargo de la desventura fatua cuando fue su capricho de mentira por el solo hecho de no querer decir NO al principio.

Recuerdo el sabor acido en los labios y el estómago contrayéndose y estropeando el quimo y la conciencia de esas mañanas con buenaventuras a abrazar.

Recuerdo un clic anticipado y las líneas que borré de mi agenda. - tuve buen pulso!

La causante. Simplemente tu; hermosa y casual con aires de cielo que refleja un amenguado remedo del espíritu de mujer, con esa visión vomitiva que repulsa la idea congénita al romance o el fraterno espíritu del aprecio.

Vamos hembra. Sonríe, carcajea, idolátrate y levanta ese monumento de ego hermoso y rico como el mejor estiércol podrido en los callejones de tus pasiones, o cuando abres esa puerta doblez del húmedo de tu libido carente de nobleza.

Vamos hembra. Sonríe mientras el desprecio caliente y acuoso penetra tus carnes y el oscuro de tu matriz engendra a un hermoso bastardo cuando crees que logras tus sueños que observan mis vientos de cristal.

Vamos hembra. Sonríe.

Sonríe. Lejos de mi memoria.

Autor: Raúl Silverio Carbajal
Sud América / Perú

jueves, 30 de julio de 2009

Navidad

Los días próximos a navidad a diferencia de muchas personas que veo por las calles sin saber quienes son màs que simples transeuntes, en esa próxima fecha recordada por muchos me hace ser un tipo lejano y distante, suena extraño pero solo veo rutinas y lejanías de situaciones y emociones cuyos recuerdos y sensaciones me son simples chispazos de lucidez y abrigo de visiones.

Cuando se acerca navidad recuerdo temas musicales como Wrapped Around Your Finger de la banda The Police, mientras realizo caminatas a solas por alguna calle aglomerada de personas y vacios, o, alguna que otra vez recuerdo la canción: Aires de España y Navidad de los pobres de Los Niños Cantores de Huaràz. Y cuando llego a casa, los muros de mi habitaciòn color melòn me resultan más mudos que de costumbre mientras ignoro la explosiòn de un artefacto pirotécnico barato y de fabricación clandestina que suena en algún lugar, y al encender la tv, me restan ideas los tantos programas alusivos a la fecha.

Afuera, en las calles llenas de muchedumbre y cargadas de luces con melodías festivas y tipos disfrazados de papá noel, solo atino a que mis pasos y mi sombra a cuestas y mis escritos que aún no escribo y mi celular tan mudo como yo, y, mis tropezones con gentes apuradas y cargadas de ágapes para sus màs próximos a enterarse el 25 de diciembre a las 12:00 AM. solo se encuentren a si mismos en un cìrculo inevitable para luego retornar a mi hogar sin emoción alguna con ánimos inconcientes de saber otra vez de la emociòn principal de tal fecha y tan solo consigo nadar en la estúpida rutina y percibir los aromas del panetón y el chocolate caliente y alguna comida en particular.

Luego de este detalle personal que acabas de leer, solo me queda decirte sin sentirlo pero aguardando a que te agrade: - Felíz Navidad!



Autor: Raúl Silverio Carbajal
Sud América / Perú