El viento roza los árboles cuando todos duermen
El cielo se despeja cuando todos duermen
Las almas salen de los cuerpos cuando las mentes se lanzan al sueño de los sentenciados
Los amantes hacen imaginaria en la fusión de sus cuerpos
El fauno deambula libre en el bosque del albedrío
El bullicio de las voces, se callan en las mentes y los lobos acechan en las sombras de las sombras
En la casona de madera frente al lago de los cisnes, una dama peina sus hebras oscurecidas en el silencio de la alcoba que cobija su femineidad, en el silencio de la quietud y de esa paz de la noche fugaz.
Autor: Raúl
Silverio Carbajal
© Derechos reservados
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foto: google
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