es el contemplar por una milésima de segundo
la prominencia de un vientre ajetreado y vulgar,
como la conciencia de quien la exhibe.
El ocio mediocre e involutivo es el proceso
neto-bruto que circula en los hemisferios internos
del cráneo que doblega a la masa muscular
a aglomerarse de manera tal que se convierte
en homicida de la estética más inteligente
del globo azul.
Lo complementan los eructos
que agolpan las conversas
y toma de conceptos redundantes semejantes
a hipnosis llevado a cercanos mientras toscos pasos
menean al leviatán que no descansa,
y las telas se inflan como gases malolientes
a expeler, y, los gorgoteos desaforados
ladran felonías que copan los ámbitos
y manipulan a sus recovecos ingenuos.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
América del Sur / Perú
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