La opulencia y estrategia fue el dominio de mi arte, seguro de mis pasos en madrugadas con calles nefastas y en diurnos plagados de ciegos indóciles y débiles a mi visión. Capturado en el vacío de los destinos, fueron días adversos e interminables en el cual terminé aceptando mi error origen, pues la estela cayó de manera vil ante la fragilidad de esa presencia primaria, tan hermosa con sus rasgos de mocedad en su estado de adultez bajo estrellas ordinarias y en telas color rosa.
Luego de un tiempo prudente en donde se gestaba otra historia, avizoré una esperanza de luz que congenia con sonrisas y tibiezas de fémina oportuna en el amplio gris, y, en cuya presencia de la misma, le dije: - Eh vuelto a creer en Dios.
La mezquindad de los estados mancomunados fueron los precedentes de los varios tiempos clandestinos, entre el glamour, inciensos y ángeles que los demonios acechan desde el fracaso, entre urbes lejanas en busca del hermoso destino, entre ojos pequeños y sonrisas de luz, entre percepciones de los nocivos que observan sin saber absolutamente nada.
Hoy en día lo adverso inicia otra vez.
Aguardo los pasos y el confronto de los días a venir, en el seguimiento de las estelas y sus argucias desde los espejos de las noches sin fin.
Mi nombre es Raúl, y esta es parte de mi historia.
Espero no decepcionar a las pocas personas que me conocen.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Copyright - All rights reserved 2011
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