En
la distancia extraña del tiempo, entre sombras de recuerdos y tactos de
almas conjurándose amor, eh visto la imagen fugaz de aquel hermoso
acontecimiento en el interior de mi mente animal, junto a un
desenfrenado silencio de promesas en acciones de un cuerpo de fémina
junto al mío.
Desde el acuoso de mis ojos de ángeles oscuros y demonios eternos, yo te observo, desde la quietud de mis propias sombras, desde el arrullo inevitable de mi garganta y desde el recuerdo burlón de aquello que los imbéciles humanos llaman destinos equívocos, no son otra cosa que la alteración y desvío de auras que un invisible maestro de marionetas de voluntades y de existencias hace sus caprichos.
Apenas lo recuerdo, apenas lo empiezo a olvidar, antes de la noche, antes del amanecer, antes de perder las ideas de una semejanza anterior, hoy encerrado en el suave pelaje de una anatomía diferente.
Desde el acuoso de mis ojos de ángeles oscuros y demonios eternos, yo te observo, desde la quietud de mis propias sombras, desde el arrullo inevitable de mi garganta y desde el recuerdo burlón de aquello que los imbéciles humanos llaman destinos equívocos, no son otra cosa que la alteración y desvío de auras que un invisible maestro de marionetas de voluntades y de existencias hace sus caprichos.
Apenas lo recuerdo, apenas lo empiezo a olvidar, antes de la noche, antes del amanecer, antes de perder las ideas de una semejanza anterior, hoy encerrado en el suave pelaje de una anatomía diferente.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados
Imagen: google
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