Abrázame, rodéame con tus brazos, expulsa la tibieza de tu cuerpo frágil y combina tu calor corporal con mi fría estadía.
Ámame un poco, solo un poco, diviértete y juega conmigo a morir en la distancia de los amantes, entonces, surgirá el deseo en el umbral de tu sitio fértil cuando todos duermen y nadie sabe.
Abrázame, rodéame con tus brazos y tus formas de mujer, abracémonos y congeniemos en un abrazo tibio para luego desearte otra vez junto a tu canto, y luego, aléjate, permite quedarme en la soledad de los días de tu fantasía y de la insensata realidad.
Se aproximan las noches sin luna, y solo te pido que me abraces, y dejes conmigo, un poco de tu ternura.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
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foto: google
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