El
tiempo se había hecho un preludio ante la adversidad actual en este
plano material que distrae, aun así lo intente y fui en el estado
confeso que conoces a estar frente a ti; para ello ya había roto mis
alas para que de esta manera tal vez volvieras a la noción del interior
de tu aura hacia tu raciocinio de Ángel de luz.
Todo ocurrió en un momento fugaz, luego de que se ocultara el sol tras su fantasma.
Las imágenes se juntaron, los aromas fértiles capturados hasta el infinito en un respiro y en el silencio de nuestros nombres. Las invisibles lumbreras de antaño y figuras alegóricas se dibujaron entre lo furtivo y lo real; allí, ambos mirándonos a los ojos, contemplando nuestras vidas como esas fantasías fortuitas elaboradas en el genio de la psiquis junto a sus hermosos libidos de arena y de cielo.
Una frase se apoderó de ti y la expulsaste, luego seguiste a tus pasos que te alejaron en el manto de la noche, en el silencio de tu silueta, de tu voz, de tu pensamiento y de tu alma. Entonces había quedado en el absoluto vacío del absurdo, sin musa, sin amor y sin Dios.
Todo ocurrió en un momento fugaz, luego de que se ocultara el sol tras su fantasma.
Las imágenes se juntaron, los aromas fértiles capturados hasta el infinito en un respiro y en el silencio de nuestros nombres. Las invisibles lumbreras de antaño y figuras alegóricas se dibujaron entre lo furtivo y lo real; allí, ambos mirándonos a los ojos, contemplando nuestras vidas como esas fantasías fortuitas elaboradas en el genio de la psiquis junto a sus hermosos libidos de arena y de cielo.
Una frase se apoderó de ti y la expulsaste, luego seguiste a tus pasos que te alejaron en el manto de la noche, en el silencio de tu silueta, de tu voz, de tu pensamiento y de tu alma. Entonces había quedado en el absoluto vacío del absurdo, sin musa, sin amor y sin Dios.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados
Imagen: google
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