Marian, una mujer
de gestos amables ha despertado de un sueño extraño y en su semblante se hace
un rictus raro. Observa el derredor con su mirada infinita y un temblor recorre
su piel blanquecina y hermosa.
Marian, concibe el
acaecimiento de los espacios del mundo cambiante, pues, las mañanas se tiñeron
de colores ficticios cuando dormitaba luego de un extenso vuelo. El viento había
cambiado de dirección rumbo interior, hacia las imágenes desoladas sin luz y
develadas en desesperanzas que dibujan los pasos en las cenizas y en la tierra
envejecida.
Un recuerdo le
alumbra su desfallecido corazón y sus alas adormecidas se alistan otra vez a
volar, sobre un cielo quemado y bajo el sol hiriente sin muros de nubes. El
amable nocturno de lunas frías, la acogerá
en su dominio sugerente como el beso de sus labios homicidas.
Autor: Raúl Silverio Carbajal
© Derechos Reservados
foto: google
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